“Aportes feministas para la vida buena”, por Alba Carosio, directora del Centro de Estudios de la Mujer-UCV, autora. Escuchar aqui: Audio de ponencia de Alba Carosio. Descargar su presentación de Powerpoint.
[Ponencia en la Primera Conferencia Global de PROUT en Venezuela, “Construyendo una Economía Solidaria basada en la Ética y la Ecología”. 7 a 9 de Julio de 2011, Parque Central – Sala 1, Caracas]
Buenos días a todas y a todos los que están aquí. Muy agradecida por tener la oportunidad de compartir algunas ideas y algunas reflexiones y el trabajo que nosotras venimos haciendo desde el Centro de Estudios de la Mujer de la Universidad Central de Venezuela.
Bueno, me parece que además el espacio es un espacio, bueno, muy relevante, muy interesante, muy adecuado para compartir las reflexiones. Porque precisamente de lo que vamos hablar es de: ¿Cuál es la visión de las mujeres, cuál es la visión feminista sobre la vida buena? Y yo creo que las mujeres tenemos mucho que decir. Tanto que tenemos que decir que el proyecto que recién nos presentaba la compañera se llama “Centro Madre”. Es decir que es un proyecto femenino, hay un principio femenino de la acción en el mundo. En primer lugar quería mencionarles que el feminismo también plantea una nueva manera de vivir, una nueva manera de convivir, de hacer sociedad, donde esté más incluido y esté más visible el principio femenino y el principio de las mujeres. Porque ya nosotras podemos ver y nosotros a donde nos ha llevado la exclusiva utilización para la sociedad de los principios masculinos.
En primer lugar quiero mencionar un poquito, a que llamamos la vida buena o el buen vivir o el vivir viviendo como se dice hoy en día. Estos son conceptos que han existido en las diferentes épocas históricas. Por ejemplo: los griegos hablaban de la vida buena y la vida buena estaba caracterizada por la virtud y tenía además su centro en la polis. Es decir, individualmente no puede llegarse a la vida buena y esta es una idea muy importante; es decir la vida buena una vida que se hace en comunidad porque el individuo solo no puede alcanzar la vida buena.
Pero también tenemos hoy en día la raíces de nuestra filosofía de los pueblos originarios. Entonces, es así como por ejemplo la constitución ecuatoriana habla del buen vivir o en Sumak Kawsay que además tiene su traslación, su traducción en los diferentes pueblos originarios. ¿Qué nos dice el Sumak Kawsay? Ellos definen el buen vivir como una convivencia ciudadana en la diversidad y en la armonía con la naturaleza, con equilibrio y con complementariedad entre los seres humanos y a su vez en la naturaleza. Esta idea de complementariedad, sociedad, construcción colectiva es una idea importantísima para lo que sería el buen vivir, el vivir viviendo y la vida buena.
Luego también tenemos otra idea del vivir bien. El vivir bien está muy relacionado con lo anterior, es como lo menciona la constitución boliviana que habla del suma qamaña o también el teko kavi, que es la vida buena. También hablan de la convivencia ciudadana en la diversidad y armonía con la naturaleza. Entonces allí hay dos ideas fundamentales que quisiera destacar: la idea de complementariedad, la idea de sociedad y la idea de convivencia.
Qué es lo que ocurre o lo que estamos presenciando actualmente? Bueno, actualmente nosotros vivimos en una sociedad capitalista. Pero que no solamente es capitalista, es una sociedad que además de capitalista es patriarcal. A ver, ¿qué quiere decir patriarcal y por qué estamos aquí como feministas compartiendo este espacio, no es cierto, qué quiere decir patriarcal? Bueno patriarcal quiere decir que nosotros vemos a simple vista un contrato social que decimos bueno, ese contrato social capitalista, basado en una igualdad en abstracto. En las contrataciones los seres humanos no tienen necesidades, no tienen sexo, no tienen carne, no tienen huesos sino que son seres abstractos. Son individuos que entran dentro de una sociedad pero sin que su parte carnal, su parte de carne y hueso donde aparecen todas las necesidades de comer, de vivir, de la sexualidad, etc., no aparecen. Son seres humanos incorpóreos.
Sobre ese contrato social que se da en la polis hay un contrato social también pero más íntimo que se dan en los hogares. Porque muy bien, cuando los seres humanos vamos a trabajar, es porque nos hemos bañado, nos hemos comido, hemos hecho…y ¿quién hace casi todas esas cosas en los diferentes hogares? Bueno, las hacen las mujeres. ¿Quiénes preparan la comida, quienes atienden los bebés? Como estaba diciendo la compañera en el Centro Madre que ya lo especifico muy bien, es tratar del auto crecimiento. ¿Quién ayuda a crecer en la familia? Bueno, las que ayudan a crecer son las mujeres. Es la su función maternal. Pero esa función parece totalmente desaparecida en lo social. Quiere decir entonces que dentro de la familia y dentro de los espacios privados, como si eso no existiera, como si eso nadie lo viera; porque nosotros hablamos de los seres humanos y resulta que los seres humanos somos seres humanos encarnados, somos mujeres, somos hombres, somos viejos, somos niños, somos gordos, somos flacos, es decir somos carne y hueso, no somos seres humanos en abstracto incorpóreos.
Entonces hay una parte que es la reproducción de la vida humana que aparentemente, bueno, queda totalmente oscura. Cuando hablamos de la reproducción de la vida humana, hablamos de la necesidad de que la vida humana se despliegue y se reproduzca dentro del ambiente natural. Bueno, así como se necesita el ambiente natural pues también se necesitan las mujeres porque si no, no hubiera reproducción.
Entonces este es el aspecto que yo quería tratar. ¿Qué aparece con las mujeres o con la visión femenina y feminista de la vida? Bueno, aparecen las necesidades, necesidades que no hay porque superarlas. Las necesidades son buenas, las necesidades son parte de la vida humana y hay que estarlas satisfaciendo continuamente. Y por eso es necesario que nosotras tengamos esa visión, nosotras y nosotros, tengamos esa visión de las necesidades, porque las necesidades son lo que nos encarna, los que nos hace carne y huesos y los que nos lleva a la naturaleza. Por lo tanto no vamos a delegarlas, no vamos a eliminarlas, sino que justamente queremos que se vean. Cuando nosotros decimos que nos volvemos libres superando las necesidades, eso es mentira. Es simplemente porque le hemos trasladado el ocuparse de las necesidades a otra personas. Es así como uno en las comunidades ve como los varones por ejemplo: lo que estaba comentando aquí la compañera en Barlovento en las comunidades, uno ve las niñas con los embarazos precoces y con los embarazos tempranos, y los varones dando vueltas por ahí. ¿Por qué? Porque han trasladado, pues, han conseguido la libertad a costa de delegar la reproducción humana y las necesidades de la vida humana a las mujeres.
Quiere decir entonces que nosotros estamos presenciando, una crisis visible del modo de vivir y producir. Pero en la que subyace también una crisis invisible que es esa otra crisis por el cuidado de la vida humana. En la crisis visible tenemos la lógica de acumulación que creo que ustedes ya lo deben de haber tratado bastante. Tenemos los aspectos crediticios que siempre sirven para incrementar el consumo. Tenemos una cosa muy de nuestro mercado cotidiano, la mercantilización de la felicidad. Es decir la vida cotidiana hace que cuando vamos a buscar felicidad se nos ocurre a muchas personas, se les ocurra: “Hay vamos a comprarnos algo, ¿no?” Como si comprarse algo trajera felicidad. Y sobre todo trae soluciones individuales para contradicciones sistémicas, es decir volvemos a la idea de la vida buena, del buen vivir, de suma qamaña. No sería posible la felicidad, ver que es mercantil y sin una nueva idea de comunidad.
Entonces ¿qué es lo que propone el feminismo? Bueno, ha llegado el momento de pensar la sostenibilidad de la vida humana y las posiciones sociales desde las cuales se reproducen la vida humana. Pensar la sostenibilidad humana no significa solamente pensarla con respecto a la naturaleza, también significa pensarla con respecto a la relaciones interpersonales a través de los cuales la vida humana se hace sostenible. Es decir, hay una forma y un modelo de familia, de sociedad patriarcal, que ha dejado en manos de las mujeres básicamente la sostenibilidad de la vida humana.
Entonces ¿qué propone el feminismo? Bueno, que saquemos a la luz y que valoricemos ese trabajo, ese cuidado constante de la vida que se hace en el interior de las familias y que además aparentemente parecen invisibles. Cuando nosotras incluso vamos a las comunidades, y miren que se han recorrido comunidades, encontramos por ejemplo cosas tales como que en las mesas de agua, la mayor parte son mujeres. Allí está la compañera hablando de la cooperativa que se hizo una cooperativa de costura. Es decir son las mujeres las que forman la carne y vida del trabajo de las comunidades.
Entonces es importante que este tema se piense y se reflexione, no es solamente lo que está visible, es lo que está invisible. Y sobre todo lo que está tan frente a nuestros ojos que nos parece muy normal, y entonces ni siquiera nos damos cuenta de que existe.
Hay entonces a nivel mundial una crisis de los cuidados. ¿ Por qué? Porque en el mundo capitalista los horarios son tan extensos, los horarios de trabajo, que sería absolutamente imposible cuidar la vida humana para la persona que trabaja. El que sale las 8 de la mañana o sale a las 6, viajó dos horas para llegar a su trabajo, sale a las 8 y viaja dos horas más para llegar a su casa, ¿A quién va a cuidar? No se puede, no se puede cuidar prácticamente a sí mismo. Hay un modelo familiar, es el modelo patriarcal, que le deja las responsabilidades de los hijos, del cuidado de la educación a las mujeres. Entonces ¿qué puede hacer una mujer sola o una mujer no acompañada, aunque este en pareja, si además tiene que trabajar?
Luego tenemos el trabajo de las mujeres y tenemos un tema que no lo voy abundar aquí, que es el tema del envejecimiento poblacional, que es algo que ocurre en todas partes del mundo, porque ha descendido la natalidad y en Venezuela también está ocurriendo. Frente a todos esos problemas lo que suele buscarse son soluciones totalmente individuales. Por eso el patriarcado apoya el capitalismo, porque cada quien piensa en mi casa soy el rey. Entonces como soy el rey en mi casa, no tengo por qué cambiar nada de lo que ocurre de las paredes adentro de mi casa; se piensa que el ser humano es autónomo. Y es mentira, no es autónomo. Todos los seres humanos, hombres y mujeres, necesitamos de los demás. Por eso nosotras proponemos una idea importante que es: la idea de trabajo viéndole el lado socio productivo, el lado de producir bienes pero el lado también de producir sociedad, producir amor, como lo decía la compañera y de producir interrelación.
Y pensamos en un nuevo pacto social que ponga la vida y su sostenibilidad, y su reproducción ampliada –porque la vida no se sostiene sin reproducirse, para sostener la vida la tengo que reproducir– en el centro de la organización socioeconómica, destronando la denominación de la lógica y el beneficio, y haciendo responsable del mantenimiento de la vida al conjunto social.
¿De qué se trata entonces para ponerlo en dos palabras o cuál es la propuesta? Se trata de maternizar la sociedad. Así como que hay que cambiar el capitalismo, hay que cambiar el patriarcado. Las madres no pueden ser solamente las mujeres, la madres tiene que ser la sociedad. Entonces se trata de maternizar a la sociedad y a los hombres y des-maternizar las mujeres; es decir, disminuir esa carga que las mujeres en solitario han llevado durante siglos y siglos y que realmente está haciendo crisis y está haciendo eclosión. Bueno, muchísimas gracias.
Preguntas y respuestas: leer la transcripción, o escuchar el audio.