Texto de la ponencia en la Conferencia Internacional sobre Educación Neohumanista, Universidad Central de Venezuela, Caracas, 14 de abril, 2014
por Ole Brekke
Soy el director de “The Commedia School” en Copenhague, Dinamarca, una escuela teatral de nivel profesional con una carrera de dos años de duración. También doy clases de TEE (Teatro en la Educación) para instituciones de entrenamiento teatral, universidades y estudiantes de secundaria, y dirijo a docentes en talleres en muchos países. He sido docente en escuelas y para niños con necesidades especiales durante unos cuantos años.
Cuando los maestros de escuela, los docentes de teatro o de talleres en general piensan en servirse del teatro en contextos de enseñanza regular, generalmente lo hacen porque sienten la necesidad de hacer más excitante, vivo o divertido el proceso educativo. “Entonces” –piensan-, “¿por qué no presentar una obra o hacer algo de teatro? Sería un alejamiento, muy necesario, de la rutina usual.”
Me gustaría proponer lo siguiente: ¡Que el teatro sea la rutina regular!
Permítanme decirles por qué. Podemos poner los objetivos educativos en cinco categorías:
1. Conocimiento
2. Habilidades de investigación y resolución de problemas
3. Habilidades sociales
4. Habilidades psicomotoras (educación física)
5. Valores
Las actividades educativas usualmente se enfocan en uno solo de estos objetivos en un momento dado. Usando el teatro como método de estudio, todos los objetivos pueden ser alcanzados al mismo tiempo.
Por ejemplo, intentemos comprender la interacción entre las coles, las flores de margarita y los insectos en un jardín.
Los estudiantes deben presentar estos fenómenos en forma teatral. Solamente pueden interpretar el papel de insectos, flores o coles, prestando su voz a cada una.
Objetivo 1 – Conocimiento: Para hacer la presentación, deben conocer acerca de la interacción simbiótica de los tres. Y todos en la obra teatral deben conocer la historia. Eso garantiza un cien por ciento de efectividad en el aprendizaje de conocimientos para todos los estudiantes.
Objetivo 2 – Habilidades de investigación y resolución de problemas: ¿Dónde obtienen ese conocimiento? Tal vez del jardinero que vive en la misma calle, o del jardín botánico. ¿Y cómo resuelven el problema de presentarlo en forma teatral?
Objetivo 3 – Habilidades sociales: El teatro requiere cooperación social, trabajo en equipo.
Objetivo 4 – Habilidades psicomotoras: Imitar los movimientos de las coles, las flores y los insectos requiere atención al propio cuerpo y conciencia de cómo se está moviendo nuestro cuerpo.
Objetivo 5 – Valores: Al prestar una voz a las plantas, se les otorga un valor existencial. Y los estudiantes se hacen conscientes del valor del equilibrio ecológico entre las plantas y los insectos. Ambos valores son una parte importante de la educación neohumanista.
Los ejercicios teatrales pueden también ser usados para investigar diversos fenómenos de carácter social, biológico o químico. Puede incluso agregarse un elemento teatral físico a las matemáticas.
En mi opinión es de la mayor importancia utilizar el teatro en la educación porque es divertido. A todos nos gusta jugar, y el teatro es eso: un juego. La educación debería estar repleta de alegría. En una atmósfera alegre las personas aprenden con facilidad.