por Demian zur Strassen
1. Somos parecidos pero también diferentes
Cada uno de nosotros es un universo en si con su propia mezcla de fortalezas y debilidades,
con su propia historia de experiencias, con sus propios modos de moverse por la vida.
A nadie se puede calificar o juzgar y pretender que se está describiendo su realidad tan
única y compleja. Justamente por eso, por que los juicios no reflejan nuestro ser, todos
tenemos el impulso vital de defendernos de calificativos limitantes y juicios negativos.
El encuentro entre seres humanos es fluido, honesto y satisfactorio cuando cada uno es
consciente de este hecho fundamental y trata de ir conociendo y entendiendo al otro en
toda su complejidad.
2. Compartimos la misma gama de necesidades
Nuestras necesidades son la base sobre cual sentimos y accionamos todos. Revisa la
siguiente lista básica sintiendo cuales serían tus propias necesidades actuales:
Necesidades físicas:
Aire, agua, alimentación, habitación, salud, movimiento, ejercicio, Protección de peligros,
descanso, conexión con la naturaleza, contacto físico…
Necesidades sociales y emocionales:
Aceptación, apreciación, cercanía, comunidad, consideración, seguridad emocional, empatía, sinceridad,
respeto, apoyo, confianza, entendimiento, dar y recibir
amor, armonía fructífera, ternura, afecto, satisfacción
sexual, poder contribuir a los demás y a la vida…
Necesidades de autonomía y auto-
desarrollo: La libre auto-expresión, poder escoger lo que queremos
aprender, definir nuestros propios anhelos, propósitos
y metas y nuestros propios caminos de alcanzarlos…
Necesidades de integridad:
Autenticidad, creatividad, sentido de la vida,
autovaloración, …
Necesidades de valores espirituales: Belleza, Armonía, orden, paz, conexión con la naturaleza, crecimiento espiritual, libertad del camino
espiritual…
Necesidades de entretenimiento: Fantasía, juego, humor, risa, …
3. Queremos contribuir mutuamente
Todos queremos contribuir a la vida de los demás. Cuando sentimos que nuestra
contribución es valorada y bien recibida, eso nos llena de satisfacción. Querer contribuir a
los demás es parte de la naturaleza social del ser humano.
Pero ojo: solo podemos expresar esa calidad humana desde nuestra plenitud y
libremente cuando confiamos que nuestras propias necesidades se van a cumplir!
Cuando no sentimos esa confianza podemos entrar en una lucha uno contra el otro
simplemente por buscar la satisfacción de nuestras necesidades, pensando que la única
forma es la manipulación o dominación del otro.
4. La Comunicación Consciente lleva a la cooperación
y mejora la calidad de vida
Todos compartimos las misma gama de necesidades del ser humano, cada uno poniendo
énfasis actual en una de ellas. La mejor forma de satisfacer nuestras necesidades es la
cooperación, cada uno contribuyendo a que las necesidades del otro se cumplan y juntos
cooperando para ir creando una vida mejor.
La Comunicación Consciente nos ayuda a conscientizarnos, es decir: nos ayuda a dejar los
juicios atrás y a darnos cuenta de lo que realmente estamos sintiendo a base de nuestras
propias necesidades. También nos ayuda a tender el puente al otro. Es la mejor forma de
ir conociéndose y entendiéndose para formar ese tejido de mutuo apoyo para salir
adelante con una vida cada vez más plena y satisfactoria para todos.
Para mas información sobre la
Comunicación Consciente como método,
escriba al: demian2@freenet.de
Tomado del artículo completo: “Comunicación Consciente” • Copyright © 2008, Demian zur Strassen