Una conversación con Noam Chomsky sobre:
El Movimiento Indignados,
Democracia Económica y cooperativas,
limites a la acumulación de riqueza,
despertar de la conciencia y
América Latina.
Dada Maheshvarananda: El crecimiento exponencial de Movimiento Indignados-Ocupar Wall Street, y el apoyo del público, es testimonio de la tremenda insatisfacción con las desigualdades y abusos del capitalismo corporativo. La consigna: “Somos el 99%” ha tenido eco en mucha gente. ¿Cuál es tu visión sobre la fuerza potencial que tienen estas protestas masivas y su posibilidad de lograr el cambio social?
Noam Chomsky: El Movimiento Indignados-Ocupar Wall Street ya ha tenido varios éxitos significativos. Uno de ellos, como lo mencionas, es algo así como cambiar el discurso nacional. Estas preocupaciones y miedos y demás fueron, claramente, presentes durante largo tiempo en virtud de razones perfectamente objetivas, que tienen que ver con los cambios del sistema socio-económico en los últimos 30 o 40 años. Sin embargo, no se cristalizaron muy claramente hasta que el Movimiento Indignados-Ocupar Wall Street les colocó hacia adelante. Y ahora son algo así como una divisa común. Así, el 99 % y el 1%, la desigualdad radical, el carácter absurdo de las elecciones compradas, las trampas corporativas que han provocado la crisis actual y han estado oprimiendo a la gente por mucho tiempo, las guerras en otros países y así sucesivamente. Esto es un gran aporte.
El otro aporte del que no se habla tanto pero que creo es muy importante. Esta es una sociedad extremadamente atomizada. La gente está sola. Es una sociedad muy empresarial. El objetivo explícito del mundo empresarial es el de crear un orden social en el cual la unidad social básica eres tú con tu televisor, en el cual miras anuncios y sales a comprar mercancías. Existen tremendos esfuerzos, que han durado ya un siglo y medio, para intentar inducir este tipo de conciencia y orden social.
Hace unos 150 años, en los primeros días de la revolución industrial, aquí en Massachussetts, donde comenzó, había una prensa llena de vida, probablemente el periodo de más dorado de la prensa libre en los Estados Unidos. Todos los tipos de prensa –étnica, laboral, etc. Y la prensa laboral, que era sumamente interesante, llena de vida y participativa, tuvo mucha crítica severa sobre el sistema industrial que estaba siendo impuesto y al cual se encaminaba a la gente. Una de las críticas medulares fue lo que hace 150 años le llamaban “El nuevo espíritu de la época”: “Obtén riqueza, olvidando todo menos a uno mismo” lo que ellos consideraron salvaje e inhumano y fue llevado hacia dentro de sus cabezas. Bueno, 150 años después aun siguen tratando de meter en la mente de la gente: “Obtén riqueza, olvidando todo menos a uno mismo”. Ahora se le considera un cierto tipo de ideal, pero también es al mismo tiempo intolerable para los seres humanos.
Un efecto del Movimiento de Indignados ha sido simplemente crear de manera espontánea sistemas pequeños de solidaridad, apoyo mutuo, cooperación: cocinas cooperativas, bibliotecas, servicios de salud, asambleas generales en las que la gente en verdad interactúa, etc. Esto es algo que en esta sociedad falta mucho. Cuando hablas del potencial, parte de este potencial sería que primeramente se mantuvieran esos vínculos y asociaciones después de que la táctica haya pasado su periodo de utilidad. Después que haya pasado, si lo que se ha aprendido e internalizado puede ser sustentado y extendido, eso tendría mucha importancia por sí mismo.
La otra dimensión es cuánto puedes comprometer al resto del 99% en estas actividades, preocupaciones, interacciones, etc. Este es el siguiente gran paso que tiene que darse.
Dada Maheshvarananda: Muchos en el Movimiento Indignados-Ocupar Wall Street se han dado cuenta de que la democracia política está controlada por el gran capital. Sin embargo hay unos pocos que han expresado que la democracia económica es esencial para una verdadera sociedad democrática. La Teoría de la Utilización Progresiva o Prout aboga por una democracia económica para empoderar a la gente y a sus comunidades por medio de la administración cooperativa de la mayoría de las empresas. La democracia económica requiere que el mínimo de necesidades de la vida tienen que ser garantizadas para cada uno de sus miembros, y que la toma de decisiones sea descentralizada de manera que la gente tenga el derecho de elegir la forma en que se administran sus economías locales. Es responsabilidad del gobierno en todos sus niveles la de promover políticas que logren un empleo pleno. ¿Crees que la democracia económica y las economías locales puedan hacernos avanzar?
Noam Chomsky:Primeramente, esta es la posición tradicional de la izquierda. Si regresas nuevamente hace 150 años a los mismos periódicos que mencionaba, una de sus demandas era que aquellos quienes trabajaban en las fábricas deberían poseerlas y claro, administrarlas. Esta era la bandera de la Orden de los Caballeros del Trabajo, la gigantesca organización de trabajadores que se desarrolló en el siglo XIX. El socialismo Europeo venía principalmente de varias ramas, pero la mayoría de las ramas de izquierda si quieres, eran esencialmente lo mismo: comprometidas a los consejos de trabajadores, la organización comunitaria, el socialismo gremial en Inglaterra era lo mismo. Esta es la idea tradicional del movimiento socialista. No se entiende aquí porque, como he dicho, esta es una sociedad muy dominada por los negocios. No se te permite conocer nada de estas cosas. Entonces, el socialismo es un tipo de mala palabra.
Esto es lo que pasa en una sociedad altamente controlada, una sociedad altamente doctrinada. Pero estos son objetivos muy familiares. De hecho, puedes incluso ir a quien todos reconocen como el filósofo social más destacado en los Estados Unidos, John Dewey, quien consideró esto como indudable. Como él lo sentó, a menos que cada institución en la sociedad–industria, granja, todos los medios de comunicación–a menos que se encuentren bajo el control popular democrático, con una amplia participación de la fuerza de trabajo y de la comunidad, el dijo que la política simplemente será la sombra sobre la sociedad de los grandes negocios. Esa es la alternativa.
No puedes tener una democracia política significativa sin el funcionamiento de la democracia económica. Pienso que esto es entendible, en algún nivel, por la gente trabajadora. Tiene que ser traído al conocimiento y a la conciencia, pero esto está apenas por debajo de la superficie.
De hecho las cosas están ocurriendo. Algunas de las más interesantes son las cooperativas en Ohio en el área de Cleveland [Cooperativas Evergreen]. Hay docenas de empresas , quizá cientos que aunque no inmensas, sí significativas que son propiedad de los trabajadores y administradas por ellos. El mayor conglomerado propiedad de los trabajadores es el de Mondragón, en el país Vasco [España]. Eso es propiedad de los trabajadores pero no administrado por los trabajadores: industrias, bancos, escuelas, comunidades, una vasta configuración. Y hay otros varios elementos de eso aquí y de allá. Acaban de salir un buen libro al respecto por Gar Alperovitz, EEUU más allá del Capitalismo, que es sobre las empresas propiedad del trabajador que están brotando en todo el país. Esto puede ir mucho más allá.
De esta forma por ejemplo, hace un par de años, el gobierno efectivamente nacionalizó la industria automotriz. Llegó muy cerca de ello. Había un par de opciones. Una opción, que es reflexiva en el sistema dominado por los negocios, es el reconstituirla, regresarla a sus dueños originales o a gente muy parecida a ellos, y dejarles dedicarse a lo en lo general se dedicaban antes. Esa era una posibilidad, que por supuesto era asumida sin discusión.
Pero había otra opción. Y de haber existido en ese momento un Movimiento Indignados-Ocupar Wall Street, la hubieran colocado a esta otra opción en la agenda nacional. Hubiera tenido que ser mucho más grande y organizado de lo que es hoy día. Después de todo, solamente lleva unos cuantos meses de existencia. La otra opción era entregar la industria automotriz a los trabajadores en la comunidad, para que se apropiaran de ella, la administraran y la operaran. Encaminarla hacia las cosas que el país necesita.
Hay, al final del día, cosas que en verdad necesitamos mucho como sociedad. Una de las más obvias es un sistema ferroviario de alta velocidad. Los EEUU están fuera del espectro internacional en ese sentido. Es un poco escandaloso. Es económicamente perjudicial, socialmente perjudicial, humanamente perjudicial, ecológicamente perjudicial y todo lo imaginable. Es simplemente ridículo. Y la fuerza de trabajo calificada en lo que se llama “rust-belt”[industrias metalúrgicas localizadas en el noreste de EEUU que se encuentran en declive] podría ser fácilmente reconfigurada para hacer la obra. Gente como Seymour Melman durante años lo ha estado planteando. Puede requerir algún tipo de ayuda federal, pero nada como de la magnitud vertida en los bancos.
Para hacer esto más irónico aun, al mismo tiempo que Obama estaba reconstituyendo a la industria automotriz y regresándola a su propiedad normal, estaba también enviando a su secretario de transporte a España para obtener contratos para líneas ferroviarias de alta velocidad de los españoles, que son mucho más avanzados que nosotros, o que los franceses o los alemanes. Y aquí tienes este sistema industrial en espera, obreros queriendo trabajar, comunidades queriendo tener sus propias y pujantes comunidades con trabajo de base, y el país necesitando cosas con urgencia. Pero no pueden ser ensambldas. Y tenemos que ir a algún otro lugar, como España para que nos puedan ayudar. Vamos, eso es una condena increíble de parte del sistema semi-funcional. Y este es el tipo de asunto que un Movimiento Indignados-Ocupar Wall Street, cuando se mueve más allá de su táctica particular, debe de estar atendiendo.
Este tipo de cosas está ocurriendo por todo el país. Aquí mismo pasó una hace como dos años. Una pequeña pero sofisticada empresa manufacturera que era muy exitosa en uno de los suburbios de Boston estaba produciendo equipo especializado para la aviación, y la multinacional propietaria quería que cerrara sus puertas. Quizá no estaba obteniendo suficientes ganancias para ella. El sindicato, UE [United Electrical Radio and Machine Workers of America], un sindicato muy progresista, ofrecieron comprarla con los trabajadores y operarla ellos mismos con el apoyo de la comunidad. Bueno, la compañía no estuvo de acuerdo. Sospecho que en ello perdieron dinero. Sospecho que fue solamente por motivos de clase. La idea una empresa exitosa de la que los trabajadores sean dueños y administradores no es atractiva. Por cualquiera que haya sido la razón, cerraron, ahora la comunidad no tiene la industria sobre la cual está parcialmente basado. Una vez más, con un movimiento activista progresista y vívido que alcance a llegar a muchas partes de la comunidad, eso pudo haber sido rescatado. Encontramos ejemplos como estos por todas partes.
Entonces sí, es lo correcto de hacer. Está en lo profundo de la tradición de EEUU, y ha sido suprimida por la naturaleza de una clase empresarial con una elevada conciencia de clase que está siempre y sin cuartel peleando en una cruda lucha de clases. Ellos saben ahora con exactitud lo que están haciendo, es muy coordinada y controlada. Es una realidad en todas partes, pero en especial en los EEUU. Es normal en este sentido que veamos muchas de sus consecuencias.
Dada Maheshvarananda: Vamos continuar sobre el 1 por ciento. Dado que los recursos del planeta son limitados, el acaparamiento de la riqueza o su uso para la especulación más que para inversión productiva reduce las oportunidades de otra gente y causa pobreza. Un principio fundamental de Prout es el limitar la acumulación de riqueza y crear un salario máximo que esté ligado al salario mínimo, tal como lo están todos los salarios en todas las formas de gobierno de los EEUU, que tienen tabuladores salariales en donde no existe una diferencia de más de diez veces entre el salario más bajo y el que es para un presidente, un general o un juez. ¿Cuál es tu opinión sobre limitar la acumulación de riqueza?
Noam Chomsky: Antes que nada, hay muchos más objetivos más trascendentales que este. Otro ideal tradicional de los movimientos de izquierda ha sido “de cada cual según su capacidad, a cada cual según sus necesidades”. En realidad esta es una idea muy popular. En 1976, en el bicentenario de la Declaración de Independencia, hubo sondeos preguntando a la gente, dando listas de enunciados para que juzgaran ¿cuáles piensas que están en la Constitución? Bueno, nadie sabe qué hay en la Constitución, así la pregunta que estuvieron respondiendo es ¿cuáles son las verdades obvias y por tanto deben estar en la Constitución?. Esta en particular obtuvo una mayoría considerable.
Mucho tiene que ver con la financialización de la economía. Este es un fenómeno nuevo. Claro que siempre ha habido finanzas, choques financieros y cosas así, pero hubo un gran cambio en los 70s. El Nuevo Trato [la nueva política económica de los EE.UU. aplicada por Roosevelt entre 1933 y 1940] había instituido una serie de regulaciones, entre las cuales había regulaciones que en esencia determinaban que los bancos eran bancos. Esto es que debían de hacer lo que un banco se supone hace en una economía de estado capitalista. Puedes argumentar que es el tipo equivocado de economía. Yo lo haría y supongo que también tú. Pero en ese tipo de economía los bancos tienen una función. Se supone que toman capital sin uso- la cuenta bancaria de alguien- y lo transmite hacia algún tipo de acción productiva, como empezar un negocio o comprar una casa o cualquier cosa que pueda ser. Y más o menos hicieron eso. No hubo accidentes en los 50s o 60s, el periodo de mayor crecimiento en la historia de EE.UU. Fue además un periodo, conforme a las normas actuales, de altos impuestos para los ricos. Muy rápido crecimiento, crecimiento igualitario, ningún accidente.
Eso cambió en los 70s y se aceleró con la administración Reagan y su liberación a las restricciones de capital. Las monedas que habían sido más o menos reguladas se liberaron. Las otras restricciones de capital se abandonaron. Entonces teníamos una inmensa explosión del capital especulativo que colapsó los mercados de capital. Para 2007, justo antes del último accidente, y del siguiente llegara más tarde, las instituciones financieras tenían ganancias corporativas del 40 por ciento. Y no estaban ayudando a la economía.
De hecho, probablemente uno de los corresponsales financieros más respetados en el mundo hablante del inglés es Martin Wolf del Financial Times. El describe de manera simple estas instituciones como larvas que se adhieren al anfitrión y lo comen desde dentro. El anfitrión que es consumido es el sistema de mercado, y el cual por supuesto las aprueba, y solamente dice que están comiéndolo desde adentro, y menciona cálculos de cuan perjudiciales son. Pero estas acumulan mucho capital para unas muy pocas manos. Esa es una de las razones que conllevan a una aguda concentración de ingreso.
La imagen del uno por ciento confunde un poco. Porque es en realidad un 10 por ciento del 1 por ciento donde encuentras una enorme concentración de riqueza. Bajas en el uno por ciento y la riqueza no es de espectaculares proporciones. Entonces, la riqueza concentrada está en un muy pequeño porcentaje de la sociedad, esencialmente gerentes de fondos especulativos, presidentes de corporaciones multinacionales. Y se traduce por sí sola, casi como un reflejo, en poder político.
Tuvimos además al mismo tiempo, en paralelo, el agudo incremento en el gasto para elecciones. Claro que ahora eso está fuera de proporción y está en las portadas de los medios. Pero a inicio de los 80, estaba incrementándose de manera significativa. Eso obliga a los partidos a indagar en los bolsillos corporativos. Los medios dicen “ sindicatos y las corporaciones”, pero son principalmente las corporaciones, porque es donde el dinero está. Y cada vez en aumento, las corporaciones financieras compran las elecciones.
Ellas además compran al Congreso en muchas formas. Por ejemplo, asumo que los EEUU es el único sistema parlamentario donde, y por cierto muy recientemente, antes, para obtener un puesto de influencia en el Congreso, el presidente de una comisión, solía darse a la antigüedad y al servicio de alguna forma. Ahora solamente tienes que pagar al partido. Entonces puedes calificar para el puesto. Así que eso lleva el resto a los mismos bolsillos.
Los republicanos dejaron de pretender ser un partido político hace 20 años. Ahora están embelesados totalmente con ese 0.1 por ciento. Una de las razones por las que los debates de los candidatos presidenciales republicanos son una farsa total es el hecho de que para movilizar a los votantes, no les pueden llegar con sus propuestas reales, nadie votaría por ellos. Entonces tienen que apelar a tendencias poco placenteras de la población que siempre han estado ahí, pero ahora son movilizadas, y fáciles de entender. El mundo no puede creer lo que ve. Pero es un resultado natural del hecho de que el partido ha en realidad abandonado la pretensión de ser un partido parlamentario en un sentido normal y ha sido llevado a convertirse al servicio de esa fracción del uno por ciento.
Los demócratas no se quedan muy atrás. Los demócratas son quienes normalmente se han llamado republicanos moderados, pero han sido expulsados del partido. De hecho, alguien como el presidente Eisenhower se ve como un radical de izquierda en el escenario actual, Nixon muy orientado a la izquierda. Incluso el presidente Reagan estaría más o menos a la izquierda. Estos son cambios que han tenido lugar desde los 70 y 80s.
Otro aspecto de esto fue la desregulación. La cual por supuesto, de manera predictiva llevó a accidentes repetitivos desde los años de Reagan. Y otro elemento fue el cambio en las reglas del gobierno de empresa. Entonces, por ejemplo al día de hoy y de hecho por los últimos 30 años, un director ejecutivo puede elegir el consejo de dirección que le asegure el salario y las opciones accionarias. Bueno, puedes predecir lo que de ello va a ocurrir. Entonces, si comparas digamos, los EEUU y Europa, sociedades muy similares, la proporción de pago de más alto nivel gerencial con la de los trabajadores es por mucho más elevada aquí que en sociedades comparables, y no porque son más talentosos, como posiblemente te lo diría David Brooks [del periódico New York Times], o porque desempeñan cualquier servicio – de hecho ellos probablemente perjudicaron a la economía- pero simplemente porque si uno le dice a la gente, bueno, uno puede elegir su propio salario. Entonces sí, ese es el gran problema. Si los EEUU fueran lo que eran antes, digamos, nada muy utópico, o fueran como otras sociedades industriales, que no es realmente un muy buen modelo y ciertamente no es utópico, entonces este vasto abismo entre la más alta remuneración y la fuerza de trabajo encogería de manera significativa.
Pero mi sentir es que esto no está suficientemente cerca de ocurrir. Deberíamos de tener como ideal al menos el ideal tradicional de la izquierda. Hay un tipo de concepción del trabajo que le da base a esto. Existen diferentes concepciones de lo que es el trabajo. Esto viene desde los debates durante el Siglo de las Luces [Siglo XVIII]. Una concepción es que el trabajo es algo que uno tiene que estar impulsado a hacer. Uno no la haría a menos de estar forzado por el hambre. Es algo que uno odia pero tiene que hacerlo porque de otra manera uno no puede vivir. Esa es básicamente la concepción capitalista del trabajo.
Existe otra concepción que dice que el trabajo es un ideal de vida. Libre, el trabajo creativo bajo el control de uno es exactamente lo que cualquier ser humano elegiría si pudiera. Hay lugares donde este ideal es practicado. Si caminas aquí en los pasillos del M.I.T., encontrarás gente que trabaja quizá 80 horas a la semana. Gente que podría ganar mucho más dinero en la bolsa de valores. Pero lo están aquí porque les encanta. Uno tiene cosas que le gusta hacer. Yo conozco carpinteros que son de la misma manera. En su tiempo libre, salen al taller y hacen cosas interesantes. Eso es lo que les gusta hacer. Esa es una diferente concepción del trabajo.
Ahora si bajo la segunda concepción, básicamente la concepción del Siglo de las Luces, no existe razón por la cual deba relacionarse el pago a la cantidad de trabajo que uno hace. No tiene nada que ver, uno hace el trabajo aun si no es pagado. Quiero decir, si el trabajo está bajo el propio control, bajo la propia elección. Un tipo de imagen del Siglo de las Luces gráfica hecha por uno de los fundadores del liberalismo clásico, Wilhelm von Humboldt, era que si un artesano producía objetos bellos bajo pedido, admiraríamos lo que hizo pero despreciaríamos lo que es, concretamente una herramienta en las manos de otros. Por otro lado, si él lo crea bajo su propia voluntad y elección, bajo sus propias opiniones e intereses, admiramos lo que hizo y lo que él es.
En realidad, Adam Smith dijo cosas muy similares. Existen ideas conservadoras y tradicionales, si es que la palabra conservador tiene algún significado. Pero la concepción capitalista es muy diferente: uno trabaja solamente bajo el látigo. Por tanto aquellos que supuestamente trabajan más duro –que en realidad no lo hacen- deberían obtener multimillonarias opciones accionarias. Estas son concepciones en extremo diferentes, y conllevan a todo tipo de ideas diferentes sobre como la sociedad debe organizarse.
Dada Maheshvarananda: Tu has escrito Noam, “Esclavitud, la opresión de las mujeres y de la gente trabajadora, y otras violaciones severas de los derechos humanos han podido durar en parte porque, en muchas formas, los valores de los opresores han sido internalizados por las víctimas. Esto es el por qué el surgimiento de la conciencia es con frecuencia el primer paso en la liberación” ¿Cuáles piensas son las formas más importantes para elevar la conciencia a fin de liberarnos de los valores de los opresores que están atascadas dentro de nosotros?
Noam Chomsky: Nuevamente, debo decir que ese es un enfoque por el que no tomo crédito alguno. Es muy antiguo. Por ejemplo, David Hume, otro de los fundadores del liberalismo clásico y un gran filósofo, escribió sobre los principios del gobierno. Él dijo que el primer principio del gobierno que le impacta al ver la historia, él era además historiador, es que con asombro ve la facilidad con la que el gobernado acepta las reglas de los gobernantes. Él dice que esto es paradójico porque el poder está en las manos de los gobernados, el poder no está en manos de los gobernantes. Entonces, ¿Cómo se mantiene este milagro? Él dice que por medio del control de la opinión. Si los gobernantes pueden controlar la opinión y la actitud, pueden imponer lo que más tarde se nombró conciencia falsa, como estabas mencionando, entonces ellos pueden gobernar. Pero si puedes fracturar esto, entonces ellos desaparecen, no pueden anteponerse contra los gobernantes.
Entonces, ¿Cómo lo fracturas? Bueno, de todas las maneras que conocemos. Toma la esclavitud. Quiero decir, nunca existió un periodo pacífico de la esclavitud, siempre hubo rebeliones de esclavos. Las familias de esclavos encontraron sus propias maneras de construir islas de libertad al interior de la sádica sociedad de la que formaban parte.
Ocasionalmente estas llevaron a mayores rebeliones reales que fueron violentamente aplastadas. Finalmente llevó, después de mucho y muy largo tiempo claro está, al abolicionismo y a la eliminación formal de la esclavitud. Debemos remarcar, formal. Porque de hecho en muchas formas, la esclavitud aun subsiste. La Guerra de Secesión estadounidense, de manera técnica, en la Constitución son sus artículos, termina con la esclavitud, pero fue reconstituida a eso de 10 años después con la criminalización de la vida negra, en un convenio Norte-Sur. Estamos pasando por algo semejante ahora, fíjate en la tasa de encarcelamiento.
Considera a los derechos de las mujeres. Esto claro se remonta mucho más al pasado. Pero no se convirtió en un movimiento sustancial hasta los 70s. Hubo inicios germinando en el activismo de los 60s, pero la forma en que empezó fue en pequeños grupos de surgimiento de conciencia. Grupos de mujeres hablando una a otra y tratando de fracturar el supuesto de que esa era la forma en que tiene que ser. No hay elección, las mujeres han de ser propiedad. De hecho, si miras a la ley de EE.UU., las mujeres se quedaron en lo fundamental como propiedad hasta bien entrados los 70s. Quiero decir que no había ningún derecho legal garantizado para las mujeres que servían en los jurados hasta 1975 con un juicio de la Suprema Corte. Se desarrolló principalmente entre mujeres. Se dio una gran crisis dentro del movimiento activista en los 60s, por cierto, cuando los hombres jóvenes que estaban haciendo cosas de gran valentía, como la resistencia [a la servicio militar], tenían que confrontar el hecho de que ellos, también, eran opresores. Fue difícil, en algunos casos condujo al suicidio. Es un asunto difícil de tratar. Pero de manera lenta se difundió por mucho de la sociedad, y ahora mucho de esto se toma simplemente por sentado. No en todos los lugares, no para Rick Santorum [candidato presidencial], pero sí de manera muy general. Y ese es el modo en que las cosas cambian, con los derechos de los trabajadores y con todo lo demás. No es por magia. Sabemos cómo hacerlo, solamente es cuestión de hacerlo.
Dada Maheshvarananda: Vivo en Venezuela. ¿Tienes algún mensaje para la gente de América Latina y del Caribe que están tratando de liberarse de la dominación de los Estados Unidos?
Noam Chomsky: Lo que ha pasado en la última década al sur de la frontera es muy espectacular. Quiero decir es de real importancia histórica. Piensa sobre la historia, durante 500 años, America Latina estuvo de sobremanera dominada internacionalmente por los poderes imperiales,inicialmente por las potencias europeas, y recientemente por los Estados Unidos. De manera interna existe una reflexión sobre este punto. La sociedad latinoamericana típica tenía una elite pequeña, súper rica, un “uno por ciento” si lo quieres, principalmente europeizados. Ellos concentraban la riqueza de la sociedad en medio de una tremenda miseria y opresión en sociedades con muchos recursos, sociedades que deberían de ser muy ricas. Las élites gobernantes eran orientadas a la sociedad occidental. Su capital circulaba al occidente, ellos no invertían en casa. Ellos importaban bienes de lujo, sus hijos iban a universidades en Europa o Estados Unidos, tenían casas en la Riviera y cosas por el estilo. Básicamente un implante occidental de Europa y Estados Unidos dentro de sus propias sociedades, que la gobernaba muy brutalmente. Y los países estaban separados uno de otro. Rara vez siquiera tenían carreteras que los conectaran unos a otros. Su orientación era hacia el occidente y a los Estados Unidos.
Bueno, eso ha cambiado en los últimos 10 años. Este patrón de medio milenio está cambiando, radicalmente. Los países se comienzan a integrar, un prerrequisito para la independencia. Ellos están comenzando a encarar algo de sus problemas internos, que son muy severos, haciéndolo en diferentes formas en diferentes países, pero está pasando en todo el continente.
Los movimientos indigenistas, que corresponden a la parte más reprimida de la sociedad, aquellos que han sobrevivido, han logrado ganar una organización considerable e incluso el poder en Bolivia. Ellos tienen el gobierno. En Ecuador, son una parte fuerte del sistema y del orden socio-político. Tienen conflictos con el gobierno, pero están luchando por su propio interés.
Todos estos cambios son muy importantes, de hecho, pueden salvar al planeta. Alrededor del mundo, sea Australia o América Latina o cualquier lugar, los movimientos indigenistas están en la vanguardia por tratar de hacer algo para salvar al planeta y las especies humanas de su auto-destrucción. En Bolivia y Ecuador, los dos países con los más fuertes movimientos indígenas, existe ahora la legislación. En Ecuador, creo que en la Constitución, lo que se llama “derechos de la Naturaleza”. Estos son aspectos tradicionales de la cultura indígena que fueron totalmente marginados por la industrialización. Y a menos de que esa conciencia se disperse, todos nosotros estamos condenados. Entonces para ambos para ellos mismos y para el mundo, algunas cosas muy sorprendentes han pasado.
Los Estados Unidos acostumbraban considerar a América Latina como completamente por sentada. Se le llamaba “nuestra pequeña región de allá”, “nuestro patio trasero”. Se dio por sentado que a menos que pudiéramos controlar América Latina, no podríamos controlar el resto del mundo. Esto se dijo repetidamente. Bueno, los Estados Unidos la han perdido, no todo, pero en América del Sur, ya no queda una sola base militar de los Estados Unidos, lo que es un hecho muy significativo.
Ahora los Estados Unidos no se están rindiendo. El entrenamiento a los oficiales militares de América Latina se ha incrementado. Se están capacitando para combatir lo que se llama “populismo radical”, lo cual quiere decir: algunos sacerdotes problemáticos que organizan campesinos, activistas de derechos humanos y demás, y tú sabes cómo eso funciona en América Latina.
El caso más interesante ahora es el de Colombia. Esa fue la última resistencia para los Estados Unidos en Ameríca del Sur. Los Estados Unidos trataron, por medio de los presidentes Bush y Obama, de obtener acceso a siete bases militares en Colombia, y se dio mucho furor sobre ello en el continente, mucha protesta. Bueno, la Corte Constitucional de Colombia la bloqueó. Pero los Estados Unidos están aún construyendo las bases, de forma que se encuentran evidentemente con la esperanza de que, de alguna manera, se denieguen las regulaciones y puedan pasar. Hay un enfrentamiento significativo en Colombia sobre el legado de la dominación de los Estados Unidos, que fue muy horrenda.
América Central y el Caribe son sociedades mucho más débiles, pequeñas y separadas. Allí es más fácil, aunque ya no más totalmente fácil, controlarlas. Así el golpe de estado en Honduras, que los Estados Unidos respaldaron- dijeron no respaldar, pero que al final terminaron respaldando de manera efectiva. Estoy seguro que se relaciona al hecho de que Honduras es uno de los países donde hay importantes bases militares, como la Base Aérea de Palmerola, que fue la base principal para el apoyo de los contras. Hay un número de bases de los Estados Unidos dispersas en esa región y las islas del Caribe, pero este no es el sentido en que las cosas se encaminan.
Un movimiento significativo, al menos simbólicamente, fue la formación el verano pasado en Caracas del CELAC [Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe], una organización que incluye a cada país del hemisferio oeste excepto los Estados Unidos y Canadá. Eso, al menos simbólicamente, es muy significativo. Si se convierte en una organización funcional, su intención, supongo, es remplazar a la OEA, que es dominada por los Estados Unidos. Esta incluye a Cuba y excluye a Estados Unidos y Canadá.
Todas estas cosas van en el mismo sentido. Son un movimiento para desmantelar el sistema de control externo y dominación interna. Ambos procesos en paralelo. Ambos son muy significativos.
Dada Maheshvarananda: Muchas gracias.
Dada Maheshvarananda es monje de yoga, activista, escritor y director del Instituto Venezoloano de Investigación de Prout (www.prout.ve.org). Su nuevo libro Después del Capitalismo: Democracia Económica y la Teoría de la Utilización Progresiva (Prout) estará disponible en junio.