“Viviendo juntos en un solo mundo” por Maya Shita

Maya Shita, Warao indigenous leader

“Kokotuka orikuare ina ichaka eku ubaki — Viviendo juntos en un solo mundo”, por Maya Shita, Coordinadora General del Pueblo Warao, líder de la Comunidad Indígena El Moriche. Ver el video. Escuchar aquí: Audio de ponencia de Maya Shita. – Descargar su presentación de Powerpoint. – “Read English translation”.

[Ponencia en la Primera Conferencia Global de PROUT en Venezuela, “Construyendo una Economía Solidaria basada en la Ética y la Ecología”, 7 a 9 de Julio de 2011, Parque Central – Sala 1, Caracas]

Muy buenos días, hermanos y hermanas. Primero que todo quiero dar las gracias a todos los integrantes de PROUT por darme las invitaciones y darme la participacion dentro de este evento. Para mi estoy muy contenta por esta invitación que me hizo PROUT y a la amiga Chelo Noguiera de la Fundación La  Tortuga. Bueno pues, yo voy hablar sobre el tema de los indigenas. Mi tema es “Todos vivamos juntos”.

Nosotros los indígenas somos libre desde nuestro nacimiento y socialista por nuestra cultura autóctona.

El Delta parece desde el aire una gran raíz, vuelve múltiple el cauce Del Orinoco, en ese mundo, la selva reina, con su humedad y su verdor, allí la presencia aborigen de los Warao los convierte en los herederos del agua y de la naturaleza, en esa tierra que en los mapas aparece como Territorio Federal Delta Amacuro.

La tranquilidad ancestral del warao se trastoco hace 52 años cuando los malabares de la ingeniería y la visión de un progreso que no toma en cuenta al hombre arrasaron con hectáreas enteras de selva cerraron el cauce de un caño, caño Manamos. Para tragarse en sus aguas especies vegetales y animales y con ellos 2600 waraos que murieron aislados abandonados inundados acosados por una suerte de maldición que no les cabía en su nombre y en su cosmogonía.

Nosotros los indígenas ante del cierre del Caño Manamo en el año 60 y 61 vivíamos muy felices en nuestra hábitat y tierra.

Mi mamá Lilia Palacios contaba esta historia sin que la rabia o la impotencia le brillara en los ojos, su mirada era tan antigua como la presencia de nuestra gente en el Delta, su voz tenía la firmeza y la serenidad que le daba el saber que la razón estaba de su parte, por 22 años en ese tiempo, ahora 52 han esperado que esa razón vuelva a reinar como reinaban antes en aquellos horizonte de selva y caño, representa a la comunidad warao que fue afectada por el sierre del Caño Manamo obra de la Corporación Venezolana de Guayana que introdujo una serie de cambios y transformaciones en las ecología del Delta cuya denuncia quedo para la historia en un documental cineasta. Antes cuenta Lilia Palacios nosotros vivíamos bien en nuestra hábitat, teníamos tierra casa conuco después del cierre del Caño Manamo todo las comunidades waraos, todos los conucos quedaron inundados y desaparecieron.

Nos cuentan nuestros abuelos y nuestras abuelas que teníamos cría de pollos, cría de patos, cazaban venado, acure, danto, lapa, chiguire y cochino del monte y nunca se acababa. También teníamos siembra de arroz, maíz, ocumo, yuca y tenían colmena, yuruma, vino de moriche y gusano de moriche y teníamos suficiente palma para nuestra casa temiche y pulgo, palmito y también teníamos suficiente pescados, morocoto, cachama, rallao, bagre amarillo, guasa, lisa, sardinata y mucho camarones pero cuando la Corporación Venezolana de Guayana (CVG) cerro el Caño Manamo del Río Orinoco nuestra vida cambió.

La CVG que fue la responsable del cierre del Caño Manamo no nos pagó por nuestras tierra ni por nada. Dieciséis comunidades warao fueron afectadas con el cierre de Caño Manamo y todavía hoy claman por unas condiciones y una atención que se les negó como se negó el derecho a mantener su presencia ancestral en tierra donde por generaciones enteras han permanecido. Su aspiración es que se les restituya aquello que se les arrebato además de que se les brinde apoyo para sus actividades tradicionales como son las artesanías especialmente las que toman como base la utilización de palma de moriche y el museo indígena para mostrar sus costumbres autóctona ya que como en muchas comunidades se han ido perdiendo sus costumbres, sus tradiciones y su idioma por eso exigen que se les dote de aquello que se les quito que la CVG asuma la responsabilidad que le corresponde y que ha venido eludiendo desde hace mas 52 años pides que se le pague por su tierra y por sus bienechurias.

Nada de créditos porque lo que se plantea es unas donación de maquinaria agrícola para sus siembras dado que en ningún momento se le respeto sus derechos y posesiones: los warao tienen mas de 52 años esperando por la justicia como la mayoría de la familia indígena del país tienen mas ix siglos esperando por los derechos que se les ha negado, y hoy en la actualidad la representante indígena Maya Shita Palacios (yo) sigue el rumbo y planteamiento de sus gentes ya que esta realidad deben cumplir.

El Museo Jaburi tiene como propósitos fortalecer y capacitar a todos los niños, jóvenes y adultos en nuestra costumbres autóctonas y creencias con el objetivo de que estas personas sigan de multiplicadores de estas experiencias. A partir de allí queremos construir espacios solamente para la formación de nuestras reseña histórica y que se inicie con un museo para la formación técnica y que continúe dando la debida importancia a nuestro legado ancestral. Queremos que nuestra intervención como museo imparta diversos trabajos que garanticen una visión global consideramos necesaria la existencia de un museo que se constituya en nuestra memoria y sirva de exhibición de nuestras costumbres autóctonas.

Para nosotros poder alcanzar las metas que nos proponemos necesitamos el apoyo de diferentes instituciones del estado y si es posible también de aquellos que quieran apoyarnos desde su propia competencia con nuevos aportes para la ejecución del proyecto.