“La economía solidaria y auto-gestión: principio del poder comunal” Claudio Nascimento, (Brasil) historiador, activista, educador popular, autor de varios ensayos sobre la autogestión y la economía solidaria. Miembro del Gabinete del Presidente Lula da Silva, miembro de la Secretaría Nacional de Economía Solidaria de la Presidenta Dilma Rousseff. Ver el video. Escuchar aquí: Audio de ponencia de Claudio Nascimento. – Read English translation.
[Traducción de su ponencia en la Primera Conferencia Global de PROUT en Venezuela, “Construyendo una Economía Solidaria basada en la Ética y la Ecología”, 7 a 9 de Julio de 2011, Parque Central – Sala 1, Caracas]
En primer lugar buenos días a todos y a todas. El tiempo es muy corto y el tema es complejo. Fue enviado un texto al que todos pueden tener acceso en la versión en portugués por la Internet aquí: “Autogestão e o Novo Cooperativismo”. Dentro del tiempo que nos toca vamos a intentar contestar algunos asuntos y preguntas.
La economía solidaria en Brasil, como en otras partes en el mundo, es algo muy antiguo. Está presente en muchos lugares donde las comunidades intentaban construir un proceso de trabajo y de vida. En Brasil podemos encontrar muchas experiencias de movimientos de quilombos de esclavos, de mujeres, donde esta presente esto que llamamos el principio comunal, o el principio de las comunidades. La compañera Nora Castañeda dio un buen ejemplo de ello, de cómo se construye una nueva economía a partir de las comunidades.
En Brasil hay muchas experiencias de lo que llamamos, la economía solidaria: cooperativas, asociaciones, poder local y territorial que están dispersas por todo el país. Con el ascenso de Lula como presidente fue creada una secretaria nacional de economía solidaria, para fomentar educación y desarrollar la economía solidaria en el país. También tenemos 11 ministerios que desarrollan experiencias de la economía solidaria. Para nosotros la economía solidaria con base en la autogestión es una estrategia de movimiento social que reúne a los trabajadores de todo el país, realizando congresos y elaborando una plataforma y un proyecto político para pensar en otra sociedad y en otro mundo.
Pero más allá de hacer una estrategia que implica una discusión cotidiana, una discusión desde el nivel de la base hasta el nivel del estado, para nosotros la economía solidaria es un ideal, un ideal que se coloca en el horizonte y que debe desarrollar la experiencia del día a día, pero siempre pensando en el horizonte. En este sentido decimos que es una utopía concreta que parte de las posibilidades que existen en las comunidades y en la capacidad que existe en los seres humanos. Desarrollando esta dialéctica de estrategia y al mismo tiempo como una utopía con los pies en el piso. Lo que para nosotros sería lo que llamamos poder comunal son las experiencias más antiguas de la sociedades primitivas antes del capitalismo.
De los estudios, de los valores, de las investigaciones que están dentro de eso que llamamos poder comunal, que más podríamos sintetizar, el poder comunal implica la socialización de los medios de producción. La economía solidaria y la autogestión no pueden existir si los medios de producción no pertenecen a los hombres y mujeres. Los medios de producción y los medios de reproducción de la vida social, también con los medios bien naturales como son, el agua, los bosques etc. Este es el primer punto para pensar en un mundo socialista.
Un segundo punto seria la socialización del poder político del estado sobre todo a través de un proceso como se está dando en Latinoamérica de refundación del estado a partir de un proceso constituyente en el que el poder que es propio de la sociedad vuelva para las comunidades. Esta experiencia se desarrolla hoy en día en países de Latinoamérica y Centroamérica.
Un tercer punto es lo que llamamos nosotros otra lógica de vida. La vida hoy día está transformada por el capital, transformado todo en mercancía, todo lo que toca el capitalismo lo convierte en mercancía. Es necesario dentro de este proceso reencontrar la vida, para encontrar aquello que existía en las sociedades antiguas, la magia de las comunidades indígenas, las esperanzas de los niños y de las mujeres, y quebrar esta lógica mercantil, lo que significa reencontrar al mundo, volverse a enamorar de la vida. Ese es el elemento fundamental. Las comunidades tienen consigo este elemento que lleva a la lucha contra el capitalismo, antipatriarcal, promoviendo valores fundamentales en el campo de la ética y en el campo de la ecología, en los cuales las comunidades primitivas no separaban al ser humano de la naturaleza, ni separaban el trabajo necesario para sobrevivir de aquello que se producía como mercancía. Entonces estos serían los tres elementos fundamentales para pensar en el poder popular, comunal, ético y ecológico y antipatriarcal.
Para finalizar, en Brasil construimos una red de escuelas para la educación en la economía solidaria. Tenemos muy claro que el socialismo no es solo una cuestión económica, sino una cuestión ética y moral. Es como decía Paolo Freire: “Si la educación no transforma al mundo, ella transformara a las personas que van a transformar al mundo”.
Para nosotros el proceso de educación es fundamental. Lo que nosotros queremos desarrollar en la taller es la difusión que hacemos en Brasil en el conjunto de estas redes y en la red de educación ciudadana que es parte del gabinete de la presidencia y que es difundido por todo el país realizando tres mil talleres de base por año con ideas de Paolo Freire, o una rueda de conversación con las pequeñas comunidades en los lugares de trabajo para discutir estos problemas, para construir valores. Porque la economía solidaria no solo produce productos materiales, sino también creaciones éticas y espirituales, es la construcción de otro ser humano.
Entonces lo que nosotros intentamos y a lo que me gustaría invitarlos en el taller es a lo que llamamos la pedagogía de la autogestión. Si queremos tener la economía solidaria en las empresas, en las escuelas, en los territorios y comunidades, los medios de producción, de vida y de trabajo deben de pertenecer a los hombres y mujeres. Estos tienen la necesidad de desarrollar otro tipo de educación donde cada empresa sea una escuela de trabajo cooperativa y social, donde cada trabajador sea un educador, y para esto estamos construyendo un colectivo de educadores en todos los lugares de trabajo y en las diversas experiencias en el sentido de cómo nosotros podemos articular, intercambiar, combinar el conocimiento que está presente en los hombres y mujeres, en las comunidades, en las fábricas, en las empresas, en los lugares de trabajo, en las personas que tengan un conocimiento profundo de su experiencias de vida, con aquel conocimiento que se construye, digamos, de una manera más científica en la academia o en investigaciones, etc. Son conocimientos diferentes, pero que tienen un mismo valor porque son conocimientos para prácticas sociales.
Aquí hay un problema muy grande, porque se cree que la ciencia se produce en la academia superior y sabemos que no es así, es un gran desafió de Paolo Freire que me gustaría discutir con ustedes en el taller que estamos haciendo en Venezuela y en Brasil en la perspectiva de construir una pedagogía de la autogestión, en la que Cuba también está presente, en el sentido de que la autogestión es la pedagogía del socialismo. Lo que podemos hacer es intercambiar ideas en este sentido. Porque finalmente hemos hecho articulaciones de los Foros Sociales Mundiales para pensar en la educación popular en términos de Latinoamérica y Centroamérica hasta abarcar a nuestra América. En el sentido de que la transformación social pasa por un proceso profundo de educación popular, con la educación popular se puede estar al servicio de las transformaciones sociales que están ocurriendo en nuestro continente. Y esto es lo que traje para ustedes y los invito a discutir esto después.
Muchas gracias.
Preguntas y respuestas: leer la transcripción, o escuchar el audio.